miércoles, 11 de junio de 2014

Sabores rusos

Sabores rusos
Fotografía de Dmitri Sapárov

La comida
 
No era fácil competir con los olorosos embutidos españoles, o con el espectáculo de un shawarma árabe girando ceremoniosamente, o con la agitación del stand peruano  con su tradicional “ají de gallina”. 110 muestras gastronómicas de 50 lugares diferentes despertaban curiosidad y entusiasmo. La gente iba y venía con vasos, brochetas y platos de plástico. Entre ellos estaba el stand ruso, al que no le faltaron visitantes.

Olga y las cecinas rusas. Foto de Dmitri Sapárov
Entre los que probaron la la comida estaba Faviola de 58 años. Es “del barrio” y se acercó para probar repostería dulce.Soy dulcera. Vine para acá para probar golosinas de todo tipo. La verdad es que no sabía nada de la cocina rusa. Había oído hablar del “borsch”, pero ahora no lo tienen. No importa, estas facturitas con mermelada que compré me gustaron mucho”.
Vladímir, uno de las vendedores del stand, explica la “estrategia” aplicada: “Los argentinos comen demasiada carne, por eso quisimos mostrarles algo que fuera diferente.” Los encargados del stand bielorruso, que está al lado, comparten la idea. Parece interminable la fila de personas que desean probar los blinis con cualquier clase de relleno. Cabe mencionar, que tanto los rusos, como los bielorrusos, están agrupados alrededor de los clubes “V.Maiakovski” y “Vissarión Belinski”. Irina, en nombre del “Maiakovski” explica, que semejante fusión se justifica no solamente por el idioma, sino por la misma idiosincrasia de la cocina rusa:
Nuestra tradición culinaria es muy variada y receptiva. Se caracteriza por un “internacionalismo”. Incorporamos ingredientes y técnicas de otras cocinas: así históricamente fueron adoptados los “varéniki” ucranianos, los “jincali” (masas rellenas típicas de Georgia), los platos de papa bielorrusos y mucho más”.
La música
 
También hubo la oportunidad de escuchar el sonoro rasgueo de la balalaika de un inspirado Alexánder Dunáyev. Vestido de traje típico, este músico, que llegó a la tierra argentina hace 13 años, recrea las canciones más famosas de su folklore natal, pasando de los bailables a temas líricos y viceversa en un abrir y cerrar de ojos. Más tarde se le sumará Enrique Vasilévich con su acordeón. Entre los dos juntaron bastante audiencia, haciendo una competencia seria al rock argentino.

Siempre hay lugar para la música. Foto de Dmitri Sapárov
Rusos en Argentina


Según los datos proporcionados por la página web de la Embajada de la Federación Rusa en Argentina, el número de personas étnicamente rusas en este país corresponde a unas 30.000. Sin embargo, existe una comunidad mucho mayor, que podría denominarse “rusoparlante”. Si bien no hay cifras exactas referidas a este segmento étnico-cultural, se estima que su número en Argentina supera el millón. La mayor parte de esta comunidad está compuesta por emigrantes ucranianos, bielorrusos, judíos o los alemanes provenientes de la región del Volga.
Cuando nos acercamos a Enrique para darle las gracias por su actuación. Nos dice: “Soy solo un aficionado. Tampoco he estado en Rusia. Nací y viví siempre acá. Mis padres eran rusos, eso sí. De Minsk. ¿Cómo aprendí el idioma? ¡Gracias a la música! Me gusta cantar, así que memorizaba la letra y de esta manera he ampliado mi vocabulario”.
 
Las chicas
 
Son diferentes y todas se sienten embajadoras de la colectividad rusa, cada una a su manera. Por ejemplo, Camila Bondarenko está vestida con un largo traje de Princesa, con gusto accede a sacarse fotos con los súbditos. Posa para los medios de comunicación y muestra a todo el mundo una hermosa sonrisa. Tiene 19 años y vino hasta Buenos Aires desde Misiones, donde en el 2011 fue elegida como Princesa de los Inmigrantes, en la trigésima segunda edición del Festival anual de la cultura de comunidades extranjeras.


Marina Sawi, la candidata a Reina de este año, hace su aparición pública en la segunda parte de la jornada. Va al escenario montado en la Plaza de Mayo dentro de un elegante auto antiguo. Sonríe por la ventanilla con algo de timidez. Es la primera vez que participa en algo así, en realidad se dedica a la música. No consigue ser la Reina, pero arranca sus ovaciones, subiendo al podio junto a las 26 pretendientes de otras colectividades.

Marina Sawi, candidata a Reina
Mientras tanto, la pícara Olga aletea detrás del mostrador. Lleva un colorido delantal con pájaros y flores y una toca a juego. Comparada a Marina o Camila, estaría en la categoría de “Reina Madre”, pero eso no le impide mantener en su parte del stand un flujo permanente de admiradores. “A la gente le gusta conversar, contar que también tienen parientes rusos, o que han viajado a Rusia alguna vez”, explica.

http://es.rbth.com/articles/2012/03/13/sabores_rusos_16042.html

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