Cuando pasan las cigüeñas o Pasan las grullas (en ruso, Летят журавли, Letyat zhuravlí) es una película soviética sobre la Segunda Guerra Mundial dirigida por Mijaíl Kalatózov en 1957. Protagonizada por Alekséi Batálov y Tatiana Samóilova, la película refleja la crueldad de la guerra y el sufrimiento que causó al pueblo soviético
Ver online en el Canal de Mosfilm: https://www.youtube.com/watch?v=v0yO6Q9NQyg
Por las calles de Moscú pasean dos jóvenes enamorados, Boris y Verónica, que están decididos a casarse. Mientras Boris acompaña a Verónica a su casa, vuela sobre ellos una bandada de grullas, en forma de cuña, tal vez un presagio de la próxima partida del joven. Verónica vive con sus padres, mientras Boris vive con su padre, su abuela, su hermana Irina y su primo Mark. Al día siguiente estalla la guerra, y mientras los dos jóvenes están en casa llega un amigo, Stepan, que comunica a Boris que han sido aceptados como voluntarios. Boris explica a Verónica que no le había informado de que se presentaba voluntario para no estropear su cumpleaños que se celebra al día siguiente
Boris ha de partir al frente y le deja a su abuela un regalo de cumpleaños para Verónica, una ardilla (apodo con el que llama a la joven) de juguete con una cesta en la que esconde un mensaje para ella, por si no la ve antes de marcharse. Verónica llega a la casa de Boris cuando esté ya se ha marchado, y pese a que le persigue durante el desfile de los voluntarios por las calles de Moscú, no le alcanza y no se pueden despedir.
Cuando se produce un bombardeo en la ciudad, Verónica acude a resguardarse en el metro, pero cuando regresa a casa ve medio en ruinas el edificio donde vive con sus padres, y observa aterrorizada como su piso ha desaparecido con sus padres dentro. Fyodor Ivanovich, el padre de Boris, pide entonces a Verónica que se quede a vivir con ellos. Verónica intenta hacer frente al continuo cortejo por parte de Mark, el primo de Boris, pero finalmente cede y acepta casarse con él. Desde entonces contará con la enemistad de Irina frente a la comprensión del resto de la familia.
La compañía en la que sirven Boris y su amigo Stepan sufre un ataque y el joven muere fatalmente mientras auxiliaba a un compañero herido. Mientras Boris cae abatido sueña con la boda que presumiblemente hubiera celebrado con Verónica. La familia de Boris es evacuada a los Urales, donde Fyodor Ivanovich e Irina trabajan como doctores y Verónica asiste como enfermera. Allí Verónica, infeliz, se da cuenta de que ha traicionado a Boris, aún sin saber que éste ha fallecido. Mientras vuelve a casa después del trabajo rescata de una muerte por accidente a un pequeño niño de tres años, curiosamente también llamado Boris y lo lleva a casa donde empieza a cuidarlo.
Una noche Mark, que es pianista, se va de casa a tocar en una fiesta y se lleva, como regalo a la anfitriona, la ardilla que Boris regaló a Verónica. Al enterarse de todo esto Verónica corre al piso donde se celebra la fiesta, y recupera la ardilla al tiempo que descubre la carta de amor que Boris había escondido en la cesta. Verónica entiende enotnces que ha de abandonar a su esposo y dejar la casa donde vive, pero Fyodor Ivanovich le ruega que se quede, y el que se va de casa es Mark. Días después llega a la casa el soldado Zajarov, para traer la noticia de la desgraciada muerte de Boris. Verónica se resiste a creer que Boris está muerto, puesto que Zajarov afirma que él no le vio morir. Verónica no puede volver por segunda vez a dejar de esperar a su amado.
Pasa el tiempo y la guerra acaba, y a Moscú llegan las tropas de vuelta. Verónica sale ilusionada con un ramo de flores a ver si regresa Boris. La joven corre entre la multitud pero sólo se encuentra con Stepan, su amigo, que le confirma que Boris ha caído en el campo de batalla. Verónica, desconsolada, reparte sus flores entre los soldados, mientras sobre la ciudad sobrevuelan de nuevo las cigüeñas.