San Petersburgo es la segunda ciudad más importante de Rusia, y también es su "capital turística".
Es una ciudad imperial, fundada en el año 1703 por el emperador ruso Pedro el Grande como la
nueva capital de Rusia en el delta del río Neva, llena de historia de los zares rusos, intrigas de la
corte y revoluciones. Siguiendo los cambios políticos, la ciudad cambió de nombre varias veces
y es conocida también como Petrogrado y Leningrado.
Ahora San Petersburgo es un lugar fascinante que cautiva el ojo del visitante con sus numerosas
muestras de arquitectura, museos, palacios, parques, anchas avenidas, puentes espectaculares
y elegantes monumentos. El río Neva y los canales cruzan la ciudad y permiten hacer paseos en
barco y disfrutar de las vistas desde sus orillas. Aparte de sus atracciones turísticas más clásicas,
visitas culturales (museos, palacios, catedrales, teatros), en los últimos años se ha desarrollado
una amplia oferta de ocio, diversión y restaurantes. San Petersburgo puede ser un lugar ideal para
empezar a conocer Rusia moderna.
La mejor época para viajar a San Petersburgo es entre Mayo y Septiembre, cuando no hace frío
(+15+25 º C), los días son largos, las cúpulas y las agujas doradas brillan con el sol, los barcos
navegan por los canales, los parques y las zonas verdes alegran la vista. Además, el verano es
la época de las famosas Noches Blancas (los meses de Mayo, Junio y Julio), cuando el sol está
presente en el horizonte 19 horas al día, incluso cuando se pone el sol, se mantiene una luz
suficiente que hace innecesaria la iluminación pública de la ciudad. Otra de las características de
San Petersburgo en verano es la elevación, durante la noche, de los puentes que cruzan el río Neva.
Esto se hace para permitir a los barcos mercantes navegar por el río. Durante las Noches Blancas,
las calles nocturnas están llenas de la gente paseando, disfrutando y observando la elevación de los
puentes. Cafeterías, bares y terrazas están abiertas toda la noche
Es una ciudad imperial, fundada en el año 1703 por el emperador ruso Pedro el Grande como la
nueva capital de Rusia en el delta del río Neva, llena de historia de los zares rusos, intrigas de la
corte y revoluciones. Siguiendo los cambios políticos, la ciudad cambió de nombre varias veces
y es conocida también como Petrogrado y Leningrado.
Ahora San Petersburgo es un lugar fascinante que cautiva el ojo del visitante con sus numerosas
muestras de arquitectura, museos, palacios, parques, anchas avenidas, puentes espectaculares
y elegantes monumentos. El río Neva y los canales cruzan la ciudad y permiten hacer paseos en
barco y disfrutar de las vistas desde sus orillas. Aparte de sus atracciones turísticas más clásicas,
visitas culturales (museos, palacios, catedrales, teatros), en los últimos años se ha desarrollado
una amplia oferta de ocio, diversión y restaurantes. San Petersburgo puede ser un lugar ideal para
empezar a conocer Rusia moderna.
La mejor época para viajar a San Petersburgo es entre Mayo y Septiembre, cuando no hace frío
(+15+25 º C), los días son largos, las cúpulas y las agujas doradas brillan con el sol, los barcos
navegan por los canales, los parques y las zonas verdes alegran la vista. Además, el verano es
la época de las famosas Noches Blancas (los meses de Mayo, Junio y Julio), cuando el sol está
presente en el horizonte 19 horas al día, incluso cuando se pone el sol, se mantiene una luz
suficiente que hace innecesaria la iluminación pública de la ciudad. Otra de las características de
San Petersburgo en verano es la elevación, durante la noche, de los puentes que cruzan el río Neva.
Esto se hace para permitir a los barcos mercantes navegar por el río. Durante las Noches Blancas,
las calles nocturnas están llenas de la gente paseando, disfrutando y observando la elevación de los
puentes. Cafeterías, bares y terrazas están abiertas toda la noche
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