jueves, 21 de junio de 2012

Palacio de Alejandro - emperador de Rusia


El Palacio de Alejandro (ruso: Александровский дворец) es recordado sobre todo como la residencia favorita del último emperador de Rusia, Nicolás II, y su familia. Está ubicado en el Parque de Alejandro de Tsárskoye Seló (Pushkin), a 25 km al sureste de San Petersburgo, Rusia. Está integrado, junto con el conjunto de palacios y parques de la ciudad de Pushkin, y su centro histórico (código 540-006) en el lugar Patrimonio de la Humanidad llamado «Centro histórico de San Petersburgo y conjuntos monumentales anexos».
El palacio de Alejandro fue construido en el retiro imperial de Tsárskoye Seló. Fue encargado por Catalina la Grande para su nieto favorito y futuro emperador Alejandro I de Rusia con motivo de su matrimonio con la gran duquesa Elizaveeta Alexeevna, nacida princesa Luisa María Augusta de Baden.

El gracioso edificio neoclásico fue planeado por Giacomo Quarenghi y construido entre 1792-1796. Hay acuerdo en que el arquitecto se había superado a sí mismo al crear una obra maestra.1 En 1821, alrededor de un cuarto de siglo más tarde, el hijo del arquitecto escribió: "Un elegante edificio que mira sobre el bello jardín nuevo... en Tsárskoye Seló, fue diseñado y construido por mi padre a petición de Catalina II, como residencia de verano para el joven gran duque Alejandro, nuestro actual soberano. De conformidad con el estatus augusto de la persona para la que fue concebido el palacio, el arquitecto la formó con la mayor simplicidad, combinando funcionalidad y belleza. Su digna fachada, proporciones armoniosas, y moderada ornamentación... también se manifiestan en sus interiores..., sin comprometer la comodidad esforzándose en alcanzar la magnificencia y la elegancia".

Una historia interesante sobre la construcción es que cuando los trabajadores estaban excavando para hacer los cimientos, hallaron un río subterráneo que actualmente corre bajo la sala semicircular. Alejandro usaba el palacio como residencia de verano a lo largo del reinado de su abuela y de su padre, el emperador Pablo. Cuando se convirtió en emperador, sin embargo, prefirió residir en el cercano palacio de Catalina
Alejandro I dio el palacio a su hermano, el futuro Nicolás I para uso en verano. Desde entonces, fue la residencia de verano del heredero al trono. Desde 1830 hasta 1850, se llevó a cabo una amplia reforma según diseños de D. Cerfolio, A. Thon, D. Yefimov, A.Stakenschneider y otros para seguir las modas cambiantes. La apariencia de las habitaciones privadas y formales del palacio durante el reinado de Nicolás pueden verse en exquisitas acuarelas de E. Hau, I. Premazzi e I. Volsky de 1840-1860.3 El famoso «salón de la montaña» que tiene un largo tobogán construido para los niños de Nicolás I se construyó entonces. Nicolás I y su familia vivieron en el palacio desde principios de la primavera hasta finales de mayo y tras un breve período en Krasnoye Seló durante maniobras regresaba al palacio a pasar su tiempo allí hasta finales de otoño. En 1842, la pareja imperial celebró sus bodas de plata con una serie de de galas incluyendo una justa medieval. Dos años después, la familia lamentó la muerte de la hija de Nicolás la gran duquesa Alejandra (1825-1844) quien nació en el palacio y vivió los últimos meses de su vida allí. El 19 de octubre de 1860, la emperatriz Alejandra Feodorovna también murió en el palacio. Más tarde Alejandro III tuvo sus apartamentos en el ala derecha del palacio
El palacio es famoso sobre todo, por el papel que jugó en el reinado del último zar, Nicolás II. Él y su esposa, Alejandra siempre amaron el palacio y decidieron hacer de él su residencia permanente después del Domingo sangriento que hizo peligroso el Palacio de Invierno. Remodelaron el salón de baile de dos plantas y la transformaron en la Habitación del Arce4 y el Nuevo Estudio5 y añadieron habitaciones para sus hijos en la planta superior. Para horror de la corte, Alejandra, y su arquitecto Meltzer, eligieron un estilo de decoración entonces moderno, Jugendstil o Art Nouveau, considerado por la aristocracia más «de clase media» que «imperial». Una de estas famosas habitaciones es la habitación malva de Alejandra.6

Durante el reinado de Nicolás II, el palacio fue cableado para tener electricidad y equipado con un sistema de teléfono. En 1899 un ascensor hidráulico fue instalado conectando la suite de la emperatriz con las habitaciones de los niños en la segunda planta. Más aún, con la llegada del cine, se construyó una pantalla en el salón semicircular para proyectar películas.

Durante los años tormentosos de la guerra y la revolución, las paredes monumentales del palacio de Alejandro protegió a la Familia Imperial del mundo exterior. Pierre Gilliard, tutor del hijo de Nicolás II tenía acceso libre a este santuario interior. En sus memorias, el tutor más adelante escribió que la vida familiar en Tsárskoye Seló era menos formal que en otras residencias. Aparte de unas pocas excepciones, la corte no residía en el palacio. La Familia Imperial se reunía informalmente alrededor de la mesa en las comidas sin ayudantes, a menos que hubiera parientes visitándoles.7 Este mundo idílico era vigilado por la sonrisa triste y profética de la reina María Antonieta de Francia, retratada con sus hijos en un tapiz en la Habitación de la Esquina. Esto fue un regalo del presidente francés

Nicolás II abdicó el trono de Rusia el 2 de marzo de 1917. Trece días después volvió al palacio de Alejandro no como emperador de Rusia, sino como el Coronel Romanov. La familia imperial quedó entonces bajo arresto domiciliario y confinada a unas pocas habitaciones del palacio y vigilados por una guardia con la bayoneta calada.8 El régimen de su cautiverio, establecido por el propio Kerensky, previó estrictas limitaciones en la vida de la familia imperial - un aislamiento del mundo exterior, una guardia durante sus paseos por el parque, prohibición de cualquier tipo de contacto o correspondencia aparte de las cartas aprobadas.9 Gillard señaló,

En su tiempo libre, libres de estudios, la emperatriz y sus hijas se entretenían bordando, o tejiendo, pero nunca estaban ociosas... Durante sus paseos diarios todos los miembros de la familia, salvo la emperatriz, se dedicaban a trabajos físicos: limpiaban de nieve los paseos del parque, cortaban hielo para la bodega, cortaban ramas secas o viejos árboles, almacenando madera para el futuro invierno. Con la llegada del tiempo más cálido, toda la familia trabajaba en un gran jardín de cocina...
El palacio tras la Revolución

Por orden directa de Kerensky, la familia imperial fue trasladada la mañana del 1 de agosto de 1917 por tren a Tobolsk en Siberia. Desde entonces hasta el comienzo de la SGM, el palacio era un museo. A comienzos de la SGM, el mobiliario más valioso fue evacuado al interior del país. Las partes restantes de la colección se escondieron en el sótano durante la ocupación nazi. Durante los años de guerra, el palacio se usó como cuartel general del mando militar alemán. La zona en frente del palacio se transformó en un cementerio para soldados de las SS. Colecciones únicas desde el punto de vista artístico e histórico fueron parcialmente destruidos. Conforme las fuerzas alemanas estaban dejando Rusia, muchos de los palacios suburbanos fueron incendiados. El palacio de Alejandro se libró. El palacio se usó como un depósito de obras de arte que iban al área. Más tarde decidieron que el palacio no volviera a ser un museo y lo entregaron a la Armada Soviética. También funcionó como un orfanato, aunque los niños alojados allí consiguieron destrozar partes de la segunda planta donde las habitaciones de los cinco hijos del zar estaban ubicadas.

El palacio hoy

Hasta hace muy poco, el palacio se vio como poco más que un añadido al bello parque de Alejandro. Pocos conocían los salones formalos conservados dentro, o que los palacios de Catalina y Pavlovsk contenían exquisitos candelabros, retratos formales y muchas otras obras de arte creados específicamente para esas salas. Pocos se dan cuenta de que, en el ala izquierda del palacio, decoraciones que datan del último emperador de Rusia habían sobrevivido intactas. En el verano de 1997, una exposición permanente se inauguró en el ala izquierda del edificio. Hoy ciertos elementos de la sala de recepción, el Nuevo Estudio de Nicolás II y la sala de la esquina de Alejandra han sido recreados y proporcionan un telón de fondo para exposiciones de ropas históricas, armas y objetos de artes aplicadas que se encuentran entre sus paredes. En el estudio de Nicolás II, donde se ha recreado el ambiente de trabajo del último emperador de Rusia, cuelga un retrato del padre de Nicolás II pintado por el gran artista ruso, Valentín Serov. En una sección del palacio, los visitantes pueden ver ropas usadas por la familia imperial de Rusia y uniformes relacionadas con la corte del zar Nicolás II.

No hay comentarios:

Publicar un comentario